Los ministros de Comercio de Estados Unidos, Canadá y México se darán a la tarea de cerrar el martes una disputada ronda de negociaciones sobre el TLCAN, marcada por exigencias agresivas de Washington que ponen en duda el futuro de un pacto que se ha mantenido por 23 años.
Las enmiendas para una reformulación drástica del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que pueda ayudar a reducir los déficits comerciales de Estados Unidos han empañado las conversaciones y algunos participantes y analistas se preguntan cómo evitar un impás.
Las demandas de Washington abarcan la obligatoriedad de realizar negociaciones cada cinco años, dejar en manos de Estados Unidos la mayor parte de las manufacturas de autos y facilitar la aplicación de aranceles por importación contra ciertos productos mexicanos y canadienses.
El representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, se congregarán y evaluarán las negociaciones antes de lanzar comunicados en un evento conjunto a las 15.00, hora local. Posteriormente, tendrán ruedas de prensa por separado.
Lighthizer no ha pedido perdçon por su agresiva línea de negociación, que ha dicho refleja el deseo del presidente Donald Trump de recuperar los empleos manufactureros y reducir los déficits comerciales con México y Canadá. Trump amaga con poner fin al pacto si sus vecinos no acceden a los cambios.
Aunque los representantes mexicanos y canadienses se han mostrado consternados por las propuestas de Estados Unidos, en público han tomado posturas menos confrontacionales. Hay tres rondas más de negociaciones programadas en diciembre.
“Así son las negociaciones”, comentó el sábado Vanessa Rubio, subsecretaria de Hacienda de México, que envía casi un 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos. “Hay sectores donde se consigue un acuerdo más rápido y otros donde no. Pero sólo digamos que estamos en el proceso normal de una negociación de libre comercio”.
Los funcionarios canadienses y mexicanos se encuentran aliados de forma laxa con grupos de presión estadounidenses en industria, agro y servicios que se oponen a las propuestas de Trump y que están aumentando sus esfuerzos para persuadir a Washington de que las suavice. Foto: Black Magazine